RICARDO III APARECE BAJO UN PARKING DE LEICESTER.
Hasta ayer, hasta hace nada,
hasta que la excavadora
hendió la tierra, removió sus entrañas
y en el viento se escapó
un rumor como de antigua batalla
-Un caballo. Mi reino por un caballo-,
de ti no quedaba más
que un maravilloso montón
de palabras.
Malvado, jorobado, pérfido
con tu lengua de oro
que volvía inviernos en veranos
como el magnífico sol de York,
ahora no eres más que un cráneo,
algunos huesos, tu escoliosis,
lo que te dejaron puesto
al echarte aquí.
Ni siquiera sabes
que aun hoy, tantos años muerto,
hombres que fingen ser tú mismo
representan la tragedia de tu vida
por todos los escenarios de tu país.
mayo de 2019
Hasta ayer, hasta hace nada,
hasta que la excavadora
hendió la tierra, removió sus entrañas
y en el viento se escapó
un rumor como de antigua batalla
-Un caballo. Mi reino por un caballo-,
de ti no quedaba más
que un maravilloso montón
de palabras.
Malvado, jorobado, pérfido
con tu lengua de oro
que volvía inviernos en veranos
como el magnífico sol de York,
ahora no eres más que un cráneo,
algunos huesos, tu escoliosis,
lo que te dejaron puesto
al echarte aquí.
Ni siquiera sabes
que aun hoy, tantos años muerto,
hombres que fingen ser tú mismo
representan la tragedia de tu vida
por todos los escenarios de tu país.
mayo de 2019
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